Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2018

Ojalá

Ya te he llorado, ¿por qué no vuelves? A veces es muy difícil y angustioso vivir con tu recuerdo. No sé si has pasado por esto pero no te lo deseo, es insufrible respirar un día y sentir que algo no funciona, sentir que no quieres volver a regalarle tu tiempo a nadie que no lleve tu nombre, llorar sin llorar y querer pararte el corazón para que cesen los pensamientos, todos centrados en ti. No es fácil vivir sin ti, no es que sea imposible pero es que te ha dado por ocupar demasiado espacio en mi. Creo que nada es permanente y que todo se trasforma, por eso creo que un día tú serás solo recuerdo, pero no nostálgico, solo recuerdo. Sé que un día seré yo de nuevo, que el camino es largo y que, como todo en la vida, a veces no quieres seguir adelante. Es triste pensar que algunos creen que para esto hay un camino más corto; conocer a otra persona, besar a otros labios, beber de otras cervezas. Los corazones rotos no se arreglan con cualquier alcohol. Es triste imaginar que tú pienses así.

Vivir de ti

Llegaste a mi vida como los suspiros, suave y casi sin que nadie te notase, pero ahí estabas. Me planteé millones de veces si eras tú o no y que decisión más dura. Sufrí por ti, me hicieron añicos por ti, me gritaron y me negaron conocerte, pero aún así no te abandoné. Nunca te di de lado, ni tú a mi. Conseguimos trabajar codo con codo y a pinceladas. Me llenaste, conseguiste iluminar, no solo mi vida sino la de todos los que se cruzaban contigo, y yo era testigo de tu luz. Me enamoré desde el primer momento, pero tuve muchísimo miedo y... aún lo sigo teniendo. Eres adictivo y escurridizo, llegas a ser inestable y vuelves loco a todo el que se adentra en ti. Por mucho que intenten excluirte, tú sigues ahí. En las calles, en las cafeterías, en los museos, en la moda, en las manos del que pinta, en los enamorados y los poetas desesperados. Estás aunque no te quieran. Querido arte, no te mueras. C.

Día malo

Hoy estoy cansada, emocional y fisicamente. Ojalá me abrazaran muy fuerte, tanto que tu recuerdo no tuviera espacio en mi pecho. No quiero tenerte conmigo, no más. Necesito hueco, para mi, para crecer. Estoy llorando cada noche que has estado lejos de mi. Hoy no puedo crecer, hoy no hay espacio para los dos en mi, y tú vas ganando terreno. No puedo más, hoy te dejo ganar. Sentirme fuerte cuando estoy en plena debilidad es lo que me hace seguir, saber que este era el camino, que todo está empezando a florecer y que las flores me han prometido esperarme hasta primavera, que tendrán paciencia conmigo. Ya no tengo miedo pero mis raíces aún se resisten a trasplantarse. Hoy me lo permito. Pd: Gracias a aquel chico que en verano me dijo: 'Tú permítite un día malo, pero con la copa en la mano y bailando' Que sepas que desde entonces no he dejado de bailar. C.

Aguja

Anoche te soñé, yo pasaba por delante y me mirabas; sé que eras tú, llevabas tu gorra y esa chaqueta de la que no te separas ni para dormir. No recuerdo nada más, solo que tú me mirabas y que yo, no me sentía segura. No estaba a gusto conmigo misma, no me gustaba, me sentía indefensa. Era esa clase de inseguridad de la que llevo escapando desde que te fuiste... ¡qué digo desde que te fuiste! Llevo escapando de ella desde que te conocí. Sentirme insegura conmigo misma ha sido y será siempre mi talón de Aquiles. No te haces una idea de lo protegida que me tenías, y no te lo reprocho, yo hubiese actuado igual... pero te fuiste, te fuiste para no volver y tuve que estar sola, en mitad de la nada, para poder entender que me basto conmigo misma, que ya no te necesito. Es obvio que tú a mi tampoco. Tal vez no recuerde que hacías en mis sueños, puede que no tenga claro si te echaba de menos y es que ya no sé que es echarte de menos, pero sé que no estoy preparada para verte, y no es porque m